Aviso: "Se necesita Biodramina, para ver este post" 8

A lo mejor exagero con lo de la Biodramina, para el mareo, pero seguro que los 88 pasajeros y los 77 tripulantes del Clelia II, la necesitaron y a montones, porque a causa de una avería en los motores quedaron a merced de las tremendas olas y el fuerte viento, que hicieron de la nave, por unas angustiosas horas, un frágil barquito de papel.

Todo comenzó cuando una enorme ola, destrozo una ventana del puente, inutilizando, los sistemas eléctricos , que los dejó incomunicados y provocaron un fallo en los motores, cuando navegaban al noreste de las Islas Shetland del Sur, cuando regresaban de un crucero por la Antártida, y regresaban, tan felices y contentos, al puerto de Ushuaia en Argentina.

Menos mal que a su lado navegaba un barco de National Geographic Explorer, que lo acompañó durante buena parte del día, que a pesar de lo turbulento del mar, les ayudó a restablecer las comunicaciones, y tranquilizar a las familias de los pasajeros y tripulantes, que los esperaban el miércoles, y que con solo el rendimiento de dos motores, no tenían previsto llegar hasta hoy, ya que navegan a una velocidad de cuatro nudos.



Después de haber visto el vídeo, entenderéis porque mi consejo de la Biodramina, y a pesar del peligro que corrieron, solo un miembro de la tripulación, resulto herido leve, porque seguro que todos los Ángeles de la Guarda, estaban operativos.

Vamos que pudo repetirse una nueva versión del Titanic, sin Iceberg, pero con olas gigantescas.