¡Un lugar para disfrutar!

Un polizón, muy tierno e inesperado

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Publicado por Nela a las 5:50 p. m.


Un camionero inglés, emprendió su viaje habitual, de 180 Kms, desde el puerto de Felixstowe en Suffolk hasta Nottinghamshire, para llevar un contenedor con material para una fábrica de persianas, donde trabaja Andrea Cooper, que se ha convertido en protagonista involuntaria con Félix ¿y quién es Félix?, pues paciencia, paciencia que ahora os lo cuento, aunque por las fotos, ya lo habréis adivinado.


 Cuando el camión terminó de descargar, se oyeron unos débiles y lastimeros lamentos, que provenían de los bajos del camión y el conductor se asomó, para ver que era lo que los originaba, cuando vió, una cosa negra, viscosa, porque estaba llena de aceite, que un principio tomó por una rata, pero que prestando más atención se dio cuenta de que era un gatito minúsculo, quien se quejaba tan lastimeramente.


Intentaron sacarlo, pero no se dejaba, de lo asustadito que estaba, así que lo intentaron con comida, pero tampoco, ya que Félix, aún no había sido destetado y por lo tanto la comida no le atraía, al final con mucho esfuerzo pudieron sacarlo, y después de lavarlo y quitarle el susto del cuerpo, le dieron un biberón de leche, que tenían en el botiquín, que devoró con verdadera ansia y con el que jugó cuando se sintió satisfecho. Andrea, que ya tiene un gato de 9 años, lo llevó (la verdad que aún no tenía nombre) a un centro de acogida, y cuando supieron que había empezado su aventura en Felixstowe, decidieron darle el nombre de Félix, en honor a la, se supone, ciudad de su nacimiento.

 En esa ciudad, en los muelles hay muchos gatos callejeros y suponen, que la mamá de Félix, lo dejó en los bajos del camión, mientras iba a buscar comida, sin pensar ni por un momento, que nunca más volvería a verlo y seguramente la minina, se habrá pasado unos días buscando a su bebé. Si ella, supiera el destino feliz de su cría, estaría muy contenta, porque no pasará necesidades, ni vivirá en la calle, ya que Andrea, no ha podido sucumbir a sus tiernos ojillos y se lo ha llevado a su casa, para que le haga compañía a Fluffy, su gato desde hace 9 años.


La verdad, que Félix ha sido muy afortunado, porque si en vez de su madre haberlo dejado en los bajos del camión, lo hubiera dejado en el contenedor que transportaba, lo hubieran tenido que poner en cuarentena, ya la mercancía provenía del continente, pero afortunadamente todos están convencidos que “Félix es súbdito inglés” y ya disfruta de un hogar, donde recibirá muchos mimos y atenciones, aunque seguramente al principio a Fluffy no le hará mucho gracia, por lo menos hasta que se acostumbre, porque los gatos son muy suyos y muy celosillos, lo digo por experiencia propia.
 

Comentarios (2)

Pues me alegro de que la historia del pequeño Félix haya tenido un final tan feliz. Es tan lindo que como resistirse, normal que le hayan adoptado.

Pues sí, Nela, ha consumido una de sus siete vidas. Ni es fácil haber sobrevivido ni lo hubiesen tenido en cuenta si lo hubiesen localizado.

Un abrazo, Nela.

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