Casey Snook, es una adolescente de 14 años, que imagino daría saltos de alegría, cuando su madre le dijo, que iba a llevarla de viaje a Nueva York y que iban a disfrutar de unos días maravillosos, en la ciudad de los rascacielos. Así que la chica, que vive en Hengrove, Bristol (Reino Unido) lo compartió con sus amigos del Facebook y les prometió que les iba a mandar fotos de los lugares interesantes, que iba a ver en su viaje a la Gran Manzana.
Todo fue sobre lo previsto, y Casey deleitó a sus amigos, enviado fotos de Empire State, Central Park, Times Square, Grand Central Station y el Muro de Whispering, que para eso su padre le había regalado un iPhone y le había puesto un límite de unos 60€ aproximadamente, para que pudiera enviar fotos y mensajes a todos sus amigos, así que ella, como todos los adolescentes y no tantos, no dejó de usar su teléfono durante el viaje, hasta que recibió un mensaje de Orange, diciéndole que había sobrepasado su límite y que su factura había subido hasta los 400€, con lo cual le cortaban el envío de mensajes y llamadas.
Casey, evidentemente, dejo de hacer llamadas y mandar mensajes, pero si podía subir fotos al Facebook, sin ningún problema, el problema llegó, cuando a los pocos días de volver de viaje, a su padre le llegó la factura de la operadora, de ni más ni menos que de unos 5000€ de envío de datos, ya que ese servicio no se lo habían cortado.
Y lo que se plantean los padres, es ¿si la avisan cuando llega a los 400 €, porque no la habían cuando ven que la cantidad va subiendo? ¿Por qué no cortaron el servicio, como hicieron con las llamadas y los mensajes?, ya que muy bien, aunque no era el caso, podían haberle robado el teléfono y alguien estuviera haciendo un uso fraudulento de él. Pagar han pagado, pero van a denunciar a la compañía por estafa ¿?
Yo ni quito, ni pongo rey, porque lo de la compañía me parece un abuso, pero el que la niña, alegue ignorancia, no lo tengo tan claro, ya que los jóvenes de hoy en día saben más de estas cosas, que por ejemplo “que ríos pasan por Europa”. ¿Es que esta niña no sabe que de una país a otro las tarifas se disparan?, seguro que sí lo sabía, pero como pagaba papá... ¡qué más da!
El caso, es que la niña está muy disgustada, pero sigue con su teléfono, los padres patalean porque han tenido que pagar y Orange está a punto de perder un cliente, que se lo pasa por el forro, con toda seguridad. Mi consejo es que se lleve uno la cámara y haga montones de fotos, luego la suba a donde quiera, perderá un ratito de su tiempo, pero el bolsillo quedará intacto
O sino que use wi-fi de cafeterías, o de los metros, de las estaciones, lo públicos, el del hotel, casa, donde estaba quedándose.
mucha plata. me revuelve la panza
Muy fuerte me parece el abuso, sobre todo si los padres habían puesto algún tipo de límite. Lo que no entiendo de la chica es como no buscó la manera de contactar con sus padre, o con la compañía, al ver lo que pasaba.
He tenido un pleito con una compañía que he ganado. Me costó dos años recuperar mi dinero y que los chupacharcos de abogados dejasen de enviarme citaciones así como que se me borrase de listas de morosos que todas las compañías comparten. Pero lo gané. Esta chica, mucho más sabia que yo en cuestiones de mensajes y llamadas, debía saber que ahora, lo mejor es dejar el teléfono en casa cuando viaja uno al extranjero. Esa especie de pillería de desconectar servicios, puede salir bien o mal. Lo único que puede hacer con este abuso de factura es probar que ella no dio el consentimiento para tal gasto. Por regla general las compañías no graban todas estas peticiones y si no tienen grabada la solicitud, se anula la deuda inmediatamente. Que consulte en Consumo.
Un fuerte abrazo, querida Nela.