No sé si habréis visto algún programa de Pesadilla en la Cocina, copia del americano, por supuesto, que presentaba en la Sexta, el Chef Alberto Chicote, muy gracioso y con muy mala leche, y que después de ver alguno, más que nunca se me han quitado las ganas de comer fuera de casa, salvo que sea en un sitio de muchísima confianza.
Pues, esos locales, por muy cutres y sucios que fueran, parecerían más limpios que los chorros del oro comparados con el From Love to Fudge, una pastelería in Scarborough, North Yorkshire (Reino Unido), a la que no creo sea necesario os diga que no debéis, ni pasar por delante de ella, si algún día vais por allí.
Las fotos, dan hasta ganas de vomitar y lo más terrible, es que debido a una denuncia, las autoridades de sanidad de la ciudad, habían hecho una inspección sorpresa y le levantaron un acta a la propietaria Lucy Gillian Kappes, dándole un tiempo para que limpiara o le impondrían una sanción, pero Lucy se lo pasó por el forro y cuando el agente de sanidad volvió, la mierda seguía en su sitio y aumentada, la multaron con aproximadamente 2000€.
Y de nuevo se lo pasó por el forro, y sigue con su tienda abierta, aunque me imagino, que si alguno de sus clientes ha visto las fotos, ni se le ocurra volver a comprar allí. Vamos que si Alberto Chicote, aparece en el local, pierde su calma y le pega fuego directamente con la dueña dentro.
Alguna vez si coincidió que vi un poco de ese programa. Yo siempre que como fuera, de restaurante o lo que sea, me niego a ver cómo es la cocina. Doy por sentado que en todas hay suciedad, aunque claro, siempre hay unos límites.
Que asco, y que falta de responsabilidad tener el local así, desde luego. Y encima se pasa por el forro la oportunidad de limpiar y poner orden entre toda esa mierda.