"Trabaja seguro", es un slogan, archiconocido en nuestro país, aunque ahora se lleva poco, y podría ser motivo de debate, porque el slogan podría haber cambiado a ¿Seguro, trabaja?, pero esto no va de debates, ni de eslóganes.
Donde importa un pimiento si el trabajador trabaja seguro o no, es en Dubái, porque no hay más que ver el ejemplo de este limpiador de cristales, que sin más apoyo que sus pies y una de sus manos, ya que en la otra sujeta, su herramienta de trabajo, un cepillo de mango largo, que no va sujeto por ningún arnés o cualquier otro artilugio, que garantice su seguridad, en caso de que pierda el equilibrio.
Al trabajador no parece importarle trabajar en la planta 34, seguro que a su jefe tampoco, de los apartamentos, Dubái Jumeirah Beach, y que un movimiento en falso puede acabar con su vida, porque la masificación de emigrantes en Dubái es tanta, que si él se negara a hacer el trabajo, el propietario de su empresa tendría a mil candidatos en cola, para elegir uno nuevo, aunque no sé si todos tendrán los nervios tan templados, como para trabajar a esas alturas de vértigo y dejar los cristales como un jaspe.
Yo creo que este limpiacristales, debe de estar pensando... ¡No mires abajo...No mires abajo!
Donde importa un pimiento si el trabajador trabaja seguro o no, es en Dubái, porque no hay más que ver el ejemplo de este limpiador de cristales, que sin más apoyo que sus pies y una de sus manos, ya que en la otra sujeta, su herramienta de trabajo, un cepillo de mango largo, que no va sujeto por ningún arnés o cualquier otro artilugio, que garantice su seguridad, en caso de que pierda el equilibrio.
Al trabajador no parece importarle trabajar en la planta 34, seguro que a su jefe tampoco, de los apartamentos, Dubái Jumeirah Beach, y que un movimiento en falso puede acabar con su vida, porque la masificación de emigrantes en Dubái es tanta, que si él se negara a hacer el trabajo, el propietario de su empresa tendría a mil candidatos en cola, para elegir uno nuevo, aunque no sé si todos tendrán los nervios tan templados, como para trabajar a esas alturas de vértigo y dejar los cristales como un jaspe.
Yo creo que este limpiacristales, debe de estar pensando... ¡No mires abajo...No mires abajo!
hola Nela, las fotos están maravillosas. Bien cierto es lo que dices, al empleador no le importa un pizquín si el chico se muere o no. Él seguirá ganando por habitación sus 8.000 dólares la noche.
Triste, verdad? Al final no valemos nada para ellos. Mundos crueles hay por ahi...
un abrazo^^
hola Nela, de nuevo, entrando a mi blog, que reconozco entro poco a verlo, me he dado cuenta que los banners de mis amigos han desaparecido. Y yo no sé de qué manera, ni siquiera me lo puedo imaginar... asi que estoy recogiendo de nuevo los que ya tenía antes.
Pasaré ahora por tu otro blog a copiar el código.
unas buenas noches^^
¡¡La leche!! Menudos desalmados, este hombre se puede matar trabajando cualquier dia. ¿En serio no pueden ni proporcionarle un arnes u otra medida de seguridad? Menudos aprovechaos, claro, es lo que dices, si no lo hace el, habra 1000 detras deseando. Que cara mas grande...
¡Uf...qué increible! ¡Qué narices!, por no decir otra cosa...Eso de que si dan una patada al suelo salen mil trabajadaros más es lo que tiene...no se puede uno negar ni a subir a un 34 a limpiar cristales sin seguridad.
Espero que no lleguemos tan lejos por estos lugares, aunque al paso que vamos....
Besotes.
Rebecca, el chico pone en peligro su vida, y seguro que por un sueldo muy bajo, es una pena!
Nerea, en ese caso concreto supongo que le dan el cepillo y lo ponen a limpiar ventanas.. En otros, no se ponen las medidas de seguridad porque son molestas..
Susana, es muy triste que los derechos de los trabajadores se vengan a bajo por esas cosas.. siempre habrá alguien muy necesitado que coja un trabajo en condiciones muy malas..