Andrew Burgess, de 48 años, es un agricultor de hortalizas de Peterborough en el condado de Cambridgeshire, Inglaterra, pero no penséis que tiene un huertecillo, de aficionado, no, no, tiene un explotación de 15.000 hectáreas, que inició un antepasado suyo en el año 1898 y que ha crecido tanto, que en la actualidad, vende 500.000 toneladas de todo tipo de vegetales y le da trabajo a unas 1000 personas, pues este señor, ha dedicado una pequeña parcela de su explotación a cultivar coliflores de colores.
He de reconocer que estas coliflores son monísimas, y además de bonitas son una fuente de salud, ya que ha invertido un montón de años en conseguir estos atractivos colores y todas sus cualidades, aunque para decir verdad, yo ya conocía la existencia de estas coliflores, desde hace tiempo, gracias a San Google que me llevó por blogs de cocina, muy interesantes, pero hoy me ha parecido muy interesante traerlas a este post, a lo mejor, porque últimamente como más verduras, pero dejaré lo personal y me centraré en las coliflores.
Estos colores los ha conseguido, por el cruzamiento de variedades antiguas y polinizadas personalmente por el Sr. Burgess, que nos dice que la morada y la verde tienen el mismo sabor que la blanca y que la naranja, tiene un ligero sabor a nuez y como no podía ser de otra manera le ha puesto nombre, a la verde le llama Vitaverde tiene características muy similares al brócoli y es rica en fibra y vitamina C, la morada, se llama Grafitti y es rica en antioxidantes y por último la naranja, la ha bautizado, como Ortoli y es rica en carotenos (¡anda, como las zanahorias!).
Con estas bonitas coliflores, se pueden crear platos de brillante colorido, que hagan el comer verduras, aparte de muy sano, más atractivo, sobre todo para los niños, que son bastante reacios a comer verduras, aunque he de confesar que yo no soy muy de coliflor hervida, pero me la como, y no por las pocas calorías que aporta, si no porque rebozadas o con bechamel me encantan.
Son bonitas, la verdad, y si no alteran las propiedades de la verdura, y las hace más atractiva como dices a los niños, pues genial. Yo odio las verduras y la coliflor no me gusta nada, pero vistas así, me las comía.