Al que le gusta la juega le gusta y lo demuestra. Peter Buck, de 35 años y a su amigo Paul Bisson, residentes en Saint Peter Port, Guernsey, (Inglaterra), organizaron una de esas juerguecitas para el fin de semana, para beber a lo loco, pero con la condición de que había que ir disfrazados.
A Paul no le costó ,mucho lograr su disfraz, ya que con una barba blanca y una túnica, se disfrazó de Dios, pero Peter, quería impresionar y se pasó horas pegando sobre cartón, bolas y bolas de algodón, para disfrazarse del popular Cordero Larry, famoso en su país, y hay que reconocer, que le quedo estupendo.
Cuando ya el alcohol, le hacía no saber si iban o venían, otro amigo del grupo, vio que del disfraz colgaban unos hilachos, así que e le dijo a Peter ¿Quieres que los queme con el mechero? y como asintió, encendió el mechero y le prendió fuego a los hilachos, que empezaron a arder, extendiéndose inmediatamente por todo el disfraz.
Peter salió enloquecido del bar, en llamas, menos mal que Paul, que es bombero, lo abrazo y empezó a golpear el fuego para apagarlo y luego le sumergió las manos en agua fría, para minimizar los daños, cuando a las ocho horas, recobro el conocimiento, estaba en la unidad de quemados de un hospital y los médicos, en un principio, le dijeron que iba a perder los dedos y nunca recuperaría el movimiento de la manos, además de tenerle que hacer múltiples injertos.
Vamos que al Cordero Larry le faltó un pelo para convertirse en cordero a la brasa, si no llega a ser por la intervención de Dios, que además es bombero.
Supongo que con tanto alcohol ni se dio cuenta de lo que podría pasar, Martinyfelix..
A quien se le ocurre. Eso si que son ideas de bombero... menos mal que el amigo estaba cerca y sabia lo que hacia, que si no la cosa habria podido acabar muy mal.
Nerea, muy bien tampoco acabó, pero al menos salvó la vida!
Las personas tendemos hacer cosas inexplicables
Es curioso, Felipe, pero es verdad..