Clementine, es una ternerita recién nacida, en una granja de Torrington, Devon,en Gran Bretaña, que sería una ternera más, si no fuera que nació prematuramente con un peso de 15 kilos, que es algo inusual, ya que lo normal, es que un ternero recién nacido pese 35 kilos, para poder sobrevivir, solo hay que verla al lado de otro ternero, de tan solo dos días, para apreciar lo pequeño de su tamaño.
La mamá, vaca,paso muy mal embarazo y estuvo a punto de morir en el parto y dejarla huerfanita, pero afortunadamente no ha sido así, aunque no puede criarla, ya que debido a su poquito peso, no tiene defensas y hay que alimentarla con una leche especial, cada dos horas, que es lo que están haciendo sus dueños y han conseguido que supere las tres semanas de vida.
Pero Clementine, se encontró con una familia muy especial, dos hermanitos, que la cuidan, la miman y la acompañan, pero no son terneritos como ella, si no dos perros, un collie y un labradoodle, que no la dejan ni a sol ni a sombra, y que incluso le han cedido su cama, para que no pase frio, ya que dormir en el establo o a la intemperie, podía acabar con su vida.
Ella va saliendo, poquito a poco a delante, jugando con sus hermanitos adoptivos, a perseguirse por el jardín, los ratitos que la dejan salir al exterior, ya que la mayor parte del tiempo debe de permanecer en el interior de la casa, con una temperatura constante, hasta que pueda hacer una vida normal de vaquita.
Y Clementine, seguro que se pondrá bien, crecerá y se cumplirá su destino final, ser un exquisito chuletón con unas suculentas patatas fritas...
¡¡¡ Ains, que penita!!!
Que monada de ternerilla, espero que salga adelanta. Y pobrecilla mia, que animo me le das, convertirse en chuleton con papas. Aunque esta tan rico...
Pero entre tanto es una cosita preciosa. ¿O, no?
Un abrazo