Seguramente más de uno de los que lee este blog, está pensando en comprarse un coche, ya sea nuevo o de segunda mano, como le ha pasado a esta pareja, de la historia, supuestamente galesa, que se “ha comprado” un BMW E 93, (él mismo de la foto) valorado en 22.000€ (evidentemente de segunda mano) y que con su método, les has salido baratísimo, eso sí, os tenéis que desplazar hasta Inglaterra, pero os aseguro que os ahorrareis, mucho, mucho, pero que mucho.
La tarde del jueves pasado, nada más abrir sus puertas el concesionario de coches Knightsbridge Cars, en Barrow, Cumbria (Reino Unido), recibió la visita de un pareja joven, que observaba con atención los coches expuestos, después de un rato se decidieron por un BMW E 93, que según el vendedor que los atendió, era el coche ideal para ellos, ya que se ajustaba perfectamente a su presupuesto y a sus gustos, pero antes querían probarlo, porque era la última condición para cerrar la compra.
Así, que, sin problema de ninguna clase, les dieron las llaves del coche y se fueron a dar una vuelta, según ellos cortita, mientas en el concesionario, se frotaban las manos por la venta, pero esa vuelta cortita, se ha convertido en una vuelta sin retorno, porque no los han vuelto a ver, ni a los clientes ni al coche, vamos que sí hicieron una “simpa” (sin pagar), por la cara.
Ahora los buscan por todas partes, ya que no hay rastro, y según la policía, lo más probable, es que le hayan cambiado las placas de matrícula y ya no esté ni el país, y la única identificación que tienen son las imágenes del video del concesionario y que eran una pareja con acento galés, el vestido con camiseta y vaqueros y ella con un vestido veraniego y sandalias, vamos como millones de persona en verano.
Desde luego, los del concesionario, han pecado de ingenuos y confiados, ya que ningún empleado les acompaño en la prueba, y se basan en decir, que confiaron, porque nunca les había pasado, y son muchos los coches que se prueban, sin problema de ningún tipo.
Así que ya sabéis, si queréis coches gratis, buscaros algún concesionario, donde los empleados sean tan tontos como los ingleses, que ni siquiera les pidieron los nombres, claro que con las ideas de estos clientes, seguro que hubiera sido más falsa que un euro de chocolate.
Buena estrategia para llevarse el coche por la cara, y encima, uno caro, de gama alta.