En una pizzería de la Cadena Tony el Gordo, de Whistler (Columbia Británica en Canadá), el lunes pasado sobre las 19:30, estaba la gente disfrutando de unas pizzas y de un rato de asueto, cuando se vieron sorprendidos por un visitante grandote, inesperado y sobre todo hambriento, que hizo que todos saliera corriendo en busca de un lugar seguro, porque el visitante no era ni más ni menos que un gran oso.
Este Oso, entró por la puerta trasera y atraído por el olor de las pizzas, se metió detrás del mostrador y se zampó cuatro grandes pizzas que había en ese momento, dándole preferencia a las de queso y vegetales, aunque tampoco le hizo ascos a las de carne y cuando terminó abandonó el local por donde había venido, demostrando un comportamiento ejemplar, porque no engulló las pizzas, si no que se las comió porción a porción, como debe de ser, y a pesar de su tamaño, no causó destrozos, aunque eso sí, se fue sin pagar, que es lo que deduzco yo, porque como no tienen bolsillos, no pueden llevar dinero encima.
Desde luego, los empleados de la pizzería, ya no volverán a dejarse la puerta abierta, y más cuando un rato antes, lo había visto merodeando en los cubos de basura. Le hubieran evitado un gran susto, a sus clientes, si le hubieran servido las pizzas a domicilio... ¿o no?
jajajajjaaaaaa, simpático, pero no quisiera estar ahí, jeje
¿Que pasa, que el pobre oso no se podia tomar tranquilamente una pizza, como todo el mundo? Con lo rica que esta, vamos, hombre, como no se la iba a zampar.
Ohhhhhhhhhhh maiiiiiiiiiiiiiiii que nervios jarochos jajajajajaj no quiero ni imaginarme la cara de los comensales jajajaj que lindo post de verdad y graciosísimo besitossssssssss *******
Menos mal que había pizzas, si no ¡no se qué se hubiera llevado a la boca!, je, je.
Besos.
Queridas Mar y Nela: Desde una de las postas de este viaje que vengo haciendo les escribo para pedirte Nela, que pases por mi Blog Escribiendo la vida, al que creo no conocen, y vayas a la página "Reconocimientos" y busques algo que en horas de la siesta de ayer, contando con un Internet formidable y un calor abrasador, elaboré, porque no podía demorar más el recibir, para luego poder transmitir.Te felicito por estas maravillosas entradas tuyas, que nos relajan y proporcionan un momento agradable.No las olvido, apreciadas amigas.
¡POr lo que veo, hasta a los osos les gusta la Pizza!