Longleat Safari Park, en Wiltshire, (Inglaterra), es el hogar de unos 100 Macacos Rhesus, que campan a sus anchas y llevan una vida totalmente libre, aunque no los pierden de vista sus cuidadores, ya que son muy dados a saltar sobre los coches y sobresaltar a sus ocupantes, con sus travesuras.
Pero el pequeñín de esta historia, no han saltado sobre ningún coche, simplemente vio una planta que le llamó la atención y como son vegetarianos, pensó (digo yo)... ¡qué aspecto más apetitoso! ¿a que me la cómo?
Pues dicho y hecho, se acerca a la planta y coge una hojita y se la lleva a la boca, esperando deleitarse con su sabor...
Pero...¡cielos!, la plantita era un áspera ortiga, que le dejó la boca hecha un ascua y se lleva la mano a la boca, para deshacerse de los picores.
Una vez que se deshace de ella, la mira embelesado, como diciendo “eres mala, me has picado”
Ya me parecía a mí, en la primera foto, que eran ortigas... je, je, seguro que al mono ya no se le olvida.
Besos.
Ay... pobrecito! Eso tiene que doler.
Que cosa mas mona de monito. Espero que aprendiera la leccion y no comiera mas ortigas picantes.